Este es el perfil de Alomn
El propósito de mi vida es conseguir dones. El más maravilloso que he sentido es el don del perdón. Cuando he perdonado a una persona, me ha hecho sentir en paz conmigo misma. Me he sentido más liviana, he sentido amor por esa persona con facilidad. No es solo decir "te perdono", sino liberarse de todos esos pensamientos sobre lo que te han hecho, incluso si no lo expresas. Cuando de verdad se perdona, todo se olvida, y lo que se siente es paz interior y amor infinito. Deseas lo mejor para esa persona, y si hablas con ella, sientes amor. Ese es el verdadero perdón. Es un don, y quiero conseguir más dones.
Quiero aceptar a todo el mundo como es, respetar a todos, sin criticar. Si veo defectos o incapacidades, pienso que los tienen para su crecimiento personal. Aceptar a una persona, incluso con sus diferencias, es otro don: el don de la paciencia, de no inquietarse por las cosas que suceden, sabiendo que todo llega a su tiempo. También quiero el don del conocimiento. En esta vida me han dicho que hay que creer en Dios, pero no se trata de creer, sino de saber y conocer. Cuando uno se acerca a la sabiduría, crea dones, y el alma crece.
Mi propósito es eliminar todos mis defectos, lo cual estoy logrando al estar lúcida, vigilante de mi mente conscientemente. Cada día, quiero aumentar ese tiempo de lucidez para estar consciente de lo que pasa en mi mente. No debemos olvidar las emociones, porque aunque no veamos un pensamiento, la emoción siempre se nota. Al ser lúcida con la emoción, podemos transmutar los pensamientos y emociones negativas en positivo, y así llegan los dones.
No quiero parar este trabajo espiritual, porque sé que cuando lo hago y me involucro en cosas materiales, cuesta volver a empezar. Mi meta es perder el menor tiempo posible para que cada día sea más lúcido y efectivo. Quiero que el día que muera, lo haga tranquila, porque habré conseguido dones, conocido mi alma, hablado con mis guías y maestros, y superado mi complejo de inferioridad. Estoy aprendiendo a amar, a quererme, y a reconocer mi valor, algo que antes no sabía cómo hacer. Ahora sé que no es solo creer, es saber, conocer y sentir.
Agradezco a la vida, a mis guías, a los maestros y a mi alma por tenerme en este camino, que es lo más bonito que he encontrado en este universo. Es lo que siempre he buscado, lo que me hace feliz, y quiero seguir siendo feliz en mi evolución y prosperidad, compartiéndolo con quien quiera compartirlo conmigo.